Salas de exposiciones, editoriales y escritores están en el punto de mira del Gobierno
En vísperas del quinto aniversario de la revolución egipcia, que se celebra mañana, el régimen de Abdelfatá Al Sisi ha realizado una campaña de acoso contra la disidencia que se ha saldado con el arresto de decenas de activistas.Después de haber encarcelado periodistas, prohibido toda protesta en las calles e ilegalizado varios partidos políticos, el régimen egipcio ha puesto ahora en su punto de mira el mundo de la cultura. Las autoridades egipcias clausuraron recientemente una sala de exposiciones, un teatro y una editorial, todas ellas situadas en el centro de El Cairo. Tras el golpe de Estado de 2013, la libertad de expresión y de creación se ha ido degradando en Egipto, un país que ha experimentado en los últimos años una revolución y una contrarrevoluci
Las alarmas fueron emitidas de forma automática a través del sistema ACARS (Aircraft Communications Addressing and Reporting System), que envía de forma continua al centro de operaciones de la compañía los datos de vuelo y las posibles incidencias. La existencia de esas alarmas fue difundida por varios medios estadounidenses que citaban a un portavoz egipcio como fuente y este sábado ha sido confirmada a France Presse por una fuente del centro de investigación de accidentes aéreos de Francia (BEA, Bureau d´Enquetes et Analyses). El mundo de la cultura fue precisamente uno de los primeros en rebelarse contra el Gobierno del presidente Mohamed Morsi, elegido en las urnas y derrocado por Al Sisi. Numerosos artistas expresaron entonces su temor a que los Hermanos Musulmanes restringieran de forma progresiva la libertad de expresión y de creación. Sin embargo, las nuevas autoridades no han sido más tolerantes. "Desde 2013, se han reducido todas las libertades en Egipto", lamenta Serag, que recuerda el caso del escritor Ahmed Naji, procesado en noviembre porque su última novela contiene pasajes eróticos.
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