Publicado: 10:39 - 07/06/214 Calma tensa en El Rocío
Decenas de miles de rocieros culminan la peregrinación este fin de semana con la romería en la aldea de El Rocío.
La Romería del Rocío –organizada por la Asociación Cultural y Folclórica Andaluza de Tarragona– reunió ayer, como hace cada año por estas fechas, a cientos de tarraconenses. El camino, que se hace por devoción a la Virgen del Rocío, arrancó por las calles de la ciudad con destino a la Ermita del Loreto. No era una romería normal y corriente; un exceso de emoción se respiraba en el lugar. El motivo era la celebración de las 30 ediciones de camino del Rocío. A las cuatro de la tarde, el Passeig Marítim de El Serrallo empezó a llenarse de carros decorados con motivos flamencos, caballos, vestidos con lunares y, sobre todo, sonrisas.
La Plaça de l’Esglèsia del barrio marinero de la ciudad se convirtió en el punto de inicio del camino. La Virgen del Rocío, acompañada por los tradicionales bueyes, se plantó delante de la iglesia de El Serrallo y propició el ya habitual Canto de la Salve. Los presentes, al unísono, clamaban «Viva la Virgen del Roció», repetidamente. En ese mismo instante, la emoción en el ambiente se podía palpar. Empezaba la Romería del Rocío.
Una agradable y suave combinación de sol y aire acompañó a los participantes en el trayecto. Las calles más céntricas de Tarragona –Carrer Unió, Rambla Nova, Avinguda Catalunya, entre otras– fueron testigos directos de la emoción que transmitían los asistentes. Bailar y cantar sevillanas, recordar romerías pasadas y tomar rebujitos son algunas de las acciones más habituales durante el camino. Este año y con motivo de la 30ª edición, las mujeres que han sido escogidas rocieras durante todos estos años acompañaban íntimamente a la Virgen. «El Rocío es cuestión de sentimiento: hay que vivirlo y sentirlo para entenderlo», explicaba Luisa Márquez, presidenta de la Asociación Cultural y Folclórica Andaluza de Tarragona. Además, añade que «estos tres días sirven como válvula de escape para mostrar el orgullo que sentimos los andaluces afincados en Catalunya».
Sobre las nueve de la noche, la Romería llegó a la Ermita del Loreto y la Virgen del Rocío entró en el santuario. Los participantes empezaron a instalarse en las casetas para disfrutar de las diversas especialidades andaluzas: bailar, cantar y comer. «El ambiente de convivencia, alegría y devoción es el protagonista del fin de semana», aseguraba la presidenta. La festividad se extenderá hasta mañana por la noche y entre hoy y mañana se vivirán momentos muy emotivos, como por ejemplo, la misa o la procesión de la Virgen.
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