unas cosas que puedes hacer si te decides a viajar a este pequeño paraíso tropical:
A Mauricio se viene sobre todo a disfrutar de la playa. Por algo sus más de 150 hoteles están siempre en primera línea de mar. La isla cuenta con muy buenos arenales, que si bien no son excesivamente anchos, sí se extienden durante kilómetros y kilómetros sin interrupción, orlados por bosques de palmeras y casuarinas. Es una gozada caminar por esas playas durante la bajamar.
-Un paseo en catamarán
Un clásico que ofrecen en todos los hoteles. Las embarcaciones no salen de la laguna coralina que rodea la isla, así que aunque haga mucho viento el oleaje nunca es intenso. Suelen llevarte primero a ver unas cascadas, luego un rato de snorkel para ver pececitos en el arrecife, comida a bordo a base de barbacoa y finalmente un par de horas de baño y relax en la isla de los Ciervos. -Ir de compras
Los tour organizados os llevarán a una fábrica artesanal de barcos en miniatura cerca de Curepipe (la 2º ciudad en tamaño) y a tiendas de ropa de marca a bajo precio (Arrow, Aberchrombie, Lacoste…), que supuestamente se fabrican en la isla y salen muy económicos. Solo si te interesa el shopping.
Templos del Grand Bassin
Uno de los lugares más interesantes del sur de la isla. En torno a un lago formado en el fondo de un viejo cráter aparece una gran estatua de Shiva y varios templos a los que los fieles hindúes (mayoritarios en la isla) acuden para hacer sus ofrendas con sus elegantes y coloridos saris y trajes, metidos en el agua hasta las rodillas. Una orgía cromática para los amantes de la fotografía o el vídeo. A finales de febrero / principios de marzo se celebra aquí el Maha Shivatree, una gran peregrinación religiosa que reúne a más de medio millón de fieles de todo el Índico.