La extenista declara por la querella contra su padre, al que acusa de dilapidar su fortuna
- Los padres de Arantxa piden perdón a su hija y buscan la paz Barcelona 20 FEB 2015 - 16:05 CE
- Arantxa Sánchez Vicario ha declarado esta mañana en la Ciudad de la Justicia de Barcelona para explicar por qué se ha querellado contra su familia y contra los gestores de su fortuna. “Estoy en la ruina y quiero que mi familia me explique por qué tengo tantas deudas. Hacienda y Luxemburgo me reclaman cantidades que no puedo pagar”, ha detallado ante el juez la excampeona de Roland Garros, que les acusa de haber dilapidado buena parte de su patrimonio.
- La decla
- mo testigo, de la extenista es el último episodio de una larga batalla judicial que ha partido en dos a la familia. En noviembre de 2012, Arantxa se querelló contra su padre Emilio, su hermano Javier-José y las dos personas de “confianza” que gestionaban sus ingresos: el abogado Bonaventura Castellanos y el gestor Francisco de Paula. Les atribuye cuatro delitos (apropiación
- indebida, administración fraudulenta, deslealtad profesional y falsedad) por haberse apropiado de una fortuna que, entre torneos y patrocinios, asciende a unos 45 millones de euros.En su comparecencia ante el juez, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, la extenista ha explicado que “se dedicaba únicamente al tenis” y que desconocía por completo cuáles eran sus ingresos. Todo lo relativo a los temas extradeportivos los había delegado en su padre y en el abogado Castellanos. “Tenía plena confianza en ellos”, ha relatado. Las cosas se empezaron a torcer en el ocaso de su carrera, en 2003, cuando se vio envuelta en una causa por fraude fiscal. Fue condenada, en sentencia firme, a pagar 5,2 millones de euros
- La querella fue archivada inicialmente pero, en junio de 2013,la Audiencia de Barcelona obligó reabrir la causa e investigar los hechos. Poco después, la familia intentó hacer las paces. El acuerdo para resolver ese y otros litigios en marcha —un proceso en Andorra, otro en España sobre el uso de un piso en Barcelona y una residencia de verano en la Costa Brava
- La causa por la que ha declarado hoy Arantxa se reemprendió, pero no ha hecho más que empezar. Todo este tiempo se ha dedicado a analizar si el padre puede ser imputado. Los forenses han concluido que no porque padece la enfermedad de Alzheimer. El resto deberán declarar, previsiblemente, como imputados, aunque aún no han sido citados.
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