Hotel levantado en el paraje de El Algarrobico. / francisco Bonilla
invade parcialmente la franja de protección de 100 metros del dominio público marítimo-terrestre. Por otro, que se había levantado en un área protegida del parque natural de Cabo de Gata-Níjar donde no estaba permitido construir. Partiendo de estos dos argumentos, el juez Jesús Rivera concluyó en septiembre de 2008 que la licencia de obras que el Ayuntamiento de Carboneras concedió a Azata en 2003 no era válida y que el Consistorio debía iniciar el “procedimiento de revisión de oficio” de ese permiso municipal. Pero aquel fallo fue recurrido por el Ayuntamiento y la promotora.
Ocho años llevan los tribunales analizando las distintas ramificaciones de este caso, desde que la construcción del edificio fue paralizada en febrero de 2006 cuando el hotel estaba cerca de abrir sus puertas. Una veintena de sentencias y autos de distintos órganos judiciales señalaban hacia el mismo lugar: la demolición. Pero este lento y largo proceso ha vivido un inesperado y rápido giro: la sección tercera de la sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) estableció el 21 de marzo que la construcción está en una zona que debe considerarse urbanizable. El fallo contradice otra sentencia firme de la sección primera de la misma sala del TSJA en la que se fijó que la zona era no urbanizable. La última decisión judicial hace que se tambalee uno de los argumentos que llevaron al juez Rivera a declarar nula la licencia de obras en 2008, que fue concedida para un área donde no se podía edificar.
La validez de esa sentencia de Rivera sobre el permiso de obras se está debatiendo ahora en el TSJA, en la misma sección tercera que considera que el edificio está en una zona urbanizable. Y Azata ha pedido que el fallo del 21 de marzo se incluya en el caso de la licencia. El pronunciamiento en el que se declara el paraje de El Algarrobico como urbanizable es “de extraordinaria relevancia”, argumenta la promotora en un escrito enviado al TSJA el 25 de marzo. Azata sostiene que, al ser unos terrenos en los que se podía construir, se legitima que el Ayuntamiento los considerara en su normativa urbanística “como suelo urbanizable”. Y esto “vendría a confirmar la legalidad de la licencia otorgada en su día para la construcción del hotel”, afirma Azata.
Los magistrados de la sección tercera aún no han decidido si aceptan esta petición. Se han dirigido a las partes personadas en el caso para que den su opinión. Los grupos ecologistas rechazan que la sentencia de 21 de marzo se tenga en cuenta y recuerdan que hay dos fallos contradictorios del TSJA sobre el mismo asunto.
Dos hechos —respaldados hasta hace pocos días por los tribunales— hacían que el único futuro del hotel levantado en la playa de El Algarrobico de Carboneras (Almería) pareciera el derribo. Por un lado, que el edificio La validez de esa sentencia de Rivera sobre el permiso de obras se está debatiendo ahora en el TSJA, en la misma sección tercera que considera que el edificio está en una zona urbanizable. Y Azata ha pedido que el fallo del 21 de marzo se incluya en el caso de la licencia. El pronunciamiento en el que se declara el paraje de El Algarrobico como urbanizable es “de extraordinaria relevancia”, argumenta la promotora en un escrito enviado al TSJA el 25 de marzo. Azata sostiene que, al ser unos terrenos en los que se podía construir, se legitima que el Ayuntamiento los considerara en su normativa urbanística “como suelo urbanizable”. Y esto “vendría a confirmar la legalidad de la licencia otorgada en su día para la construcción del hotel”, afirma Azata.
Los magistrados de la sección tercera aún no han decidido si aceptan esta petición. Se han dirigido a las partes personadas en el caso para que den su opinión. Los grupos ecologistas rechazan que la sentencia de 21 de marzo se tenga en cuenta y recuerdan que hay dos fallos contradictorios del TSJA sobre el mismo asunto.
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