domingo, 2 de noviembre de 2014

El Estado Islámico ejecuta a otros 70 miembros de una tribu suní en la provincia iraquí de Al Anbar


En un escueto comunicado, el ministerio iraquí de Derechos Humanos ha proporcionado la primera cifra de víctimas de la última matanza perpetrada por el IS (Estado Islámico, por sus siglas en inglés) cuyo avance desde el pasado junio ha obligado a huir a varios cientos de miles de cristianos y yazidíes, entre otras minorías, en el norte de Irak.
Según la nota, las autoridades han hallado más de medio centenar de cadáveres -entre ellos de mujeres y niños- en un pozo de agua.Otras 65 personas han sido secuestradas. La tribu Albu Nimr ha resistido durante las últimas semanas un asedio numantino hasta quedarse sin munición, víveres y gasolina en su pueblo de Zauiyat Albu Nimr, en la provincia occidental de Al Anbar, controlada casi en su totalidad por los acólitos del califato proclamado en amplias zonas de Siria e Irak.
El baño de sangre continúa este domingo. Fuentes citadas por la prensa local elevan incluso el balance de víctimas, que superaría ya los 370 fallecidos. El IS ha ejecutado este domingo a 70 miembrosde la tribu en una localidad próxima a Hit, a orillas del Éufrates y a 150 kilómetros al oeste de Bagdad. El enclave fue tomado por las huestes del IS a principios de octubre. Los líderes del clan se quejan de que han pedido al gobierno iraquí apoyo militar y una operación para rescatarles pero que, hasta ahora, no han tenido respuesta.
Las primeras huellas de la barbarie emergieron el pasado jueves. Aquel día funcionarios iraquíes hallaron dos fosas comunes con 220 miembros de la tribu, que pertenecían a un grupo de más de 300 personas que habían sido capturados por el IS. En la primera de las sepulturas se hacinaban 150 cuerpos. La organización yihadista los trasladó desde sus pueblos en Al Anbar a la capital, Ramadi, donde fueron ejecutados la noche del pasado miércoles. Otros 70 cadáveres de la misma tribu fueron descubiertos en los alrededores de la ciudad de Hi
El primer ministro iraquí, el chií Haidar al Abadi, ha anunciado este domingo el inicio de ataques aéreos en los alrededores de Hit en un intento de detener la masacre. Desde que llegara al cargo en septiembre, Al Abadi ha tratado de lograr que las tribus suníes de Al Anbar cooperen con las fuerzas de seguridad para ganar terreno al IS y evitar que la provincia, colindante con la de Bagdad, caiga completamente en manos yihadistas. Uno de los objetivos del IS en Al Anbar continúa siendo arrebatarle a las fuerzas de seguridad la presa de Hadiza, la segunda mayor instalación hidroeléctrica del país.

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