- La cooperativa adeuda 185 millones en aportaciones subordinadasUna plataforma de socios reclama la devolución de "aportaciones voluntarias"
ahorros de 10.000 personasLa cooperativa adeuda 185 millones en aportaciones subordinadas Una plataforma de socios reclama la devolución de "aportaciones voluntarias"
Protestas de cooperativistas ante la sede de MCC.
ARABA PRESS
Fagor, Fagor, Fagor, Fagor. Entrar en Mondragón es entrar en la
capital mundial de las cooperativas, que brotaron al calor de la pujante
marca de electrodomésticos cuyo logotipo salpica todavía hoy cualquier
calle de este municipio guipuzcoano de unos 22.000 habitantes. La
identificación de todo un pueblo, de una comarca, con la compañía de las
ollas, los frigoríficos y las tostadoras lo convirtió en un valor
seguro hasta el punto de que más de 10.000 personas confiaron sus ahorros a la cooperativa antes que al banco.
El cierre de Fagor sitúa en una posición incierta a este importante colectivo. De entrada, los más de 10.000 titulares de aportaciones que hace unos meses empezaron a digerir que sus bonos eran en realidad deuda perpetua -aunque se comercializaran como depósitos reembolsables- y que su única manera de recuperar la inversión realizada era cobrando los (menguantes) intereses ven ahora cómo esa puerta se cierra. Y se cierra habiendo recibido en intereses un máximo del 53% depositado en el caso de la emisión de 2004 y un 41% entre los que adquirieron aportaciones en la segunda tanda de 2006.
Pero, ¿en un proceso de liquidación no tendrían derecho a una parte del pastel como el resto de acreedores? «Hablan de preferentes. Se trata de aportaciones subordinadas financieras. Nada de preferencia y mucho de ficción
Los tribunales están empezando a denunciar que Fagor emitió deuda perpetua como depósitos reembolsables
El buque de Fagor Electrodomésticos naufraga
ahora y se hunde con un pecio muy grande dentro: los 185 millones que
invirtieron quienes adquirieron aportaciones subordinadas en 2004 y 2006
y los 87 millones que pusieron los socios en forma de aportaciones
voluntarias y préstamos de capital social. Y a ello habría que sumar los
62,5 millones de capital social «obligatorio» suscrito por los socios.El cierre de Fagor sitúa en una posición incierta a este importante colectivo. De entrada, los más de 10.000 titulares de aportaciones que hace unos meses empezaron a digerir que sus bonos eran en realidad deuda perpetua -aunque se comercializaran como depósitos reembolsables- y que su única manera de recuperar la inversión realizada era cobrando los (menguantes) intereses ven ahora cómo esa puerta se cierra. Y se cierra habiendo recibido en intereses un máximo del 53% depositado en el caso de la emisión de 2004 y un 41% entre los que adquirieron aportaciones en la segunda tanda de 2006.
Pero, ¿en un proceso de liquidación no tendrían derecho a una parte del pastel como el resto de acreedores? «Hablan de preferentes. Se trata de aportaciones subordinadas financieras. Nada de preferencia y mucho de ficción
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