Nadie entiende ahora cómo logró engañar a todo el mundo durante los años que construyó su mentira. Ni siquiera la magistrada del juzgado de instrucción número 24 de Madrid. “Vaya por delante que esta Instructora no acierta a comprender cómo un joven de 20 años, con su mera palabrería […] puede acceder a las conferencias, lugares y actos a los que accedió sin alertar desde el inicio de su conducta a nadie, por muy de las Juventudes del PP que manifieste haber sido”, sostiene la juez en el auto. El informe forense va más allá y observa en él “una florida ideación delirante de tipo megalomaniaco”.
Pero la carrera de este mini Zelig de las influencias políticas, los favores y las corruptelas de poca monta comenzó muy pronto. Hijo de una familia de clase media y nieto de militares, empezó a frecuentar la agrupación del PP en Chamartín, de la que sus padres eran afiliados, a los 15 años. Siempre con el irrechazable pretexto de “echar una mano” y su capacidad de fabulación, empezó a tener acceso a distintas figuras relevantes del partido. Se convirtió en parte del paisaje habitual del PP y nadie se preguntó exactamente qué hacía aquel omnipresente chico. Fran empezó a inventar toda una red de influencias colándose en todo tipo de actos y dejándose ver en lugares exclusivos como el palco VIP del Santiago Bernabéu. “Alardeaba de sus buenos contactos, siempre disparaba alto. Pero hace unos meses empezamos a oír que podía estar metiéndose en líos”, cuentan fuentes de Nuevas Generaciones. Quién es quién
Frank, Fran, Frankie, Nico, Nicolás, Francisco Nicolás...¿Quién es el joven que ha conseguido engañar a empresarios, políticos y hasta la mismísima Casa Real?. Su identidad es todo un misterio. No podía ser de otra manera, teniendo en cuenta que se ha presentado como el hijo de una agente secreta, como miembro del CNI, como ahijado de José María Aznar o como amigo íntimo de Soraya Sáenz de Santamaría y del Rey Juan Carlos.
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