Como en los peores tiempos de 2008,tras la segunda derrota electoral, casi cada día, y casi siempre empezando por los llamados lunes negros,Mariano Rajoy sufre un nuevo goteo de noticias y declaraciones que ahondan la sensación de profunda fractura emocional y política en el ala derecha del partido. Este lunes fue Jaime Mayor Oreja, una de las tres personas que aspiraron con Rajoy a la sucesión de José María Aznar en 2003, quien le dio un portazo. Y un día después ha sido el propio Aznar, su mentor, el antaño todopoderoso líder del PP y aún hoy presidente de honor, quien le dio un plantón en toda regla, con gran trascendencia política.
La organización contaba con él para inaugurar la convención política de este fin de semana, una cita clave a la que acude todo el partido y que además es en Valladolid, la patria chica de Aznar, que es madrileño pero empezó su trayectoria ascendente como presidente de Castilla y León. Estaba incluso en el programa provisional: el viernes 31 a las 16.00, eso sí como telonero de Dolores de Cospedal, la secretaria general. Pero Aznar hizo saber este martes, justo un día después del portazo de Mayor, un hombre de su confianza, que no acudirá a la convención.
La excusa formal, como sucedió en otra ocasión en la que también dio plantón a última hora, es un viaje. Esta vez a Filipinas. Pero el hecho de que se anuncie a última hora, y la certeza de que Aznar podría mover su agenda si quisiera, no hizo dudar a nadie: se trata de un plantón en toda regla y un nuevo gesto político de distancia del presidente de honor con su sucesor, que llega después de un 2013 difícil,
con la entrevista en Antena 3 —en la que Aznar confesó que solo había hablado una vez con su sucesor en 16 meses—, otros discursos muy duros contra la política de Rajoy y la venganza del marianismo, ya que
ningún ministro acudió a la presentación del segundo tomo de las memorias del expresidente.
Al margen de la relación entre Rajoy y Aznar, que al contrario de lo que asegura el presidente es casi inexistente y en cualquier caso muy tensa, el choque tiene profundas consecuencias políticas. Aznar, Mayor, Aguirre, San Gil, Ortega Lara... Son apellidos con mucho peso en el PP, en distinta medida: unos peso político y otros simbólico. Y uno tras otro todos están dando muestras de enorme distancia con Rajoy y en especial con su política antiterrorista.
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