Sobre las dificultades para alcanzar un consenso sobre la reforma, el presidente de la Xunta ha recordado que en este momento el anteproyecto se encuentra en una "fase interna de trabajo y propuesta" y aunque ha admitido que "los principios generales del texto se van a mantener las cuestiones concretas sobre supuestos concretos se pueden ajustar". Ha reiterado, además, la necesidad de "legislar para el conjunto de los españoles" y que esa legislación "tenga una vocación de permanencia". En este sentido, puso como ejemplo la legislación de 1985 que ha estado en vigor 25 años y "es un antecedente que no se puede desaprovechar". Sobre las discrepancias en el seno del partido, ha asegurado que los responsables del PP se han manifestado con "la libertad que merecen las personas en asuntos de dificultad, y el gobierno lo que quiere es buscar el mayor consenso posible". "De la misma forma que en una familia hay una discusión sobre el aborto, imagínese en una sociedad con 47 millones de ciudadanos", ha concluido Feijóo.
Tras estas declaraciones, el secretario de Organización del PSOE, Óscar López, ha pedido al presidente de la Xunta que "pase de las palabras a los hechos" y, si está en contra de la reforma del aborto que plantea el Gobierno, se ponga al lado de quienes trabajan para "frenarla". "Si piensa así, tiene la obligación de apoyarnos a los que estamos en contra de la nueva ley del aborto para frenar esa ley", ha sostenido el dirigente socialista, convencido de que la reforma de la Ley de interrupción voluntaria del embarazo "es un retroceso de 30 años" y "un ataque frontal" a los derechos de las mujeres.
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