El Ejército sirio se hace con el control de la fortaleza cruzada del Crac de los Caballeros, que data del siglo XIII Tomado el principal bastión rebelde en la frontera de Líbano
El Ejército de Siria se ha hecho este jueves con el control del Crac de los Caballeros, la mítica fortaleza de los cruzados que data del siglo XIII y que está reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO (la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura). El castillo se encontraba en manos de los rebeldes, que durante meses se han escondido en sus torres y pasadizos, especialmente en los cuatro últimos, en los que las tropas fieles al presidente Bachar El Asad se han empleado a fondo para reconquistar la frontera con el norte de Líbano. La televisión oficial siria está emitiendo imágenes en las que se ve cómo los soldados han izado su bandera en el fuerte, que se encuentra en un aparente buen estado. Sin embargo, los Comités Locales de Coordinación indican que habría algunos daños por morteros lanzados contra los opositores.
Hasta marzo de 2011, cuando comenzó el levantamiento contra Asad tornado hoy en guerra civil, era uno de los mayores atractivos turísticos del país, junto al mercado medieval de Alepo y la mezquita de los Omeyas, muy dañados por los bombardeos del régimen, o las ruinas de Palmira, en manos de los saqueadores, en mitad del caos.
El Crac, con fama de casi inexpugnable, fue para los cruzados su puesto estratégico para controlar incursiones y su vigía para defender el paso a Homs. Su terreno, hoy, tiene un valor notable para Asad, como lo tuvo para los bereberes que lo conquistaron en 1271, tras asediarlo 12 veces: es un punto estratégico de entrada de ayuda, desde Líbano, para los opositores, fuertes en la zona desde el inicio de la contienda, cerca de su fuente natural de medios y efectivos. El régimen ha conquistado este jueves Al Hosn, la villa ubicada en la falda de la montaña del castillo. Gracias a este avance de sus uniformados, se ha llegado hasta el puesto fronterizo de Bqaia, que han cerrado, dejando prácticamente sin conexión con Líbano a los escasos rebeldes que quedan en la zona. Es un paso más en su avance sin tregua, tras la caída, el domingo, de Yadrud, el principal bastión opositor en la frontera.
El Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, grupo opositor con sede en Londres que fiscaliza el avance de la guerra, ha confirmado que los “fuertes enfrentamientos” que se han dado a primera hora en Al Hosn han dejado al menos 12 muertos. Lo que no está claro aún es si se trata de disidentes o de civiles. La agencia oficial siria, SANA, ha citado a mandos del Ejército de Damasco indicando que había un alto número de “terroristas” fallecidos, que es como denomina por costumbre a los rebeldes.
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