"¡Espectacular, somos los mejores del mundo!" A se resumió Angélica, de 17 años, su emoción tras ver, por primera vez, al Atlético de Madrid ganar la Liga. Después de 18 años sin ganar en casa, la fiesta tenía que continuar. Y continuó. A las 18:00 de este domingo, miles de aficionados del equipo del Manzanares
ya se aglomeraban en Neptuno para esperar a los jugadores. A las 20:47 llegó el equipo ganador y el capitán Gabi finalmente puso la bufanda rojiblanca en Neptuno.
Neptuno no cambió de color este fin de semana.
Era rojiblanco el sábado, y permaneció rojiblanco este domingo. Los miles de aficionados que llenaron la plaza después del partido contra el Barcelona, donde el empate logrado otorgó la Liga al Atlético, parecían haberse quedado en Neptuno de guardia, esperando hasta el día siguiente para la celebración oficial. Vestidos con las camisetas de sus ídolos, no paraban de corear y agitar bufadas y banderas en el aire. 18 años después del doblete de la temporada 1995-1996, tenían una energía infinita.
"Esta temporada ha sido de mucho sufrimiento, pero también de mucha pasión. Y seguro que el fin de semana que viene [cuando se celebra la final de la Champions contra el Real Madrid] estaremos aquí de nuevo", dice Pedro, de 19 años, que espera junto a un amigo a los jugadores. Cerca de ellos está Ildefonso, que se acuerda bien de las victorias de 1971, 1976 y 1996. "Pero esta ha sido una temporada muy especial. Estoy muy feliz ahora mismo", resume el hombre de 53 años, mientras agita una bandera de su equipo.
"Esta temporada ha sido de mucho sufrimiento, pero también de mucha pasión. Y seguro que el fin de semana estaremos aquí de nuevo", dice un aficionado
El club preparó este domingo una estructura para conmemorar la victoria junto a los aficionados y recibir a los jugadores. Alrededor de la fuente, que seguía rodeada de vallas, había una inmensa tela azul que rezabacampeones Liga 2013-2014. Inmensas torres de luz, cubiertas de una tela roja en la que también se leía "campeones", completaban el escenario montado. Había también un dj, llamado para animar a la hinchada durante la espera. Pero al contrario de la celebración de 1996, cuando el club montó una inmensa fiesta para festejar el título, con elefantes paseando por las calles de Madrid incluidos, esta vez eran los aficionados quienes comandaban la celebración.
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